ALINEACIÓN EN PILATES

¿Qué es? Es la correcta disposición de los huesos, articulaciones y músculos, lo que permite que el cuerpo funcione adecuadamente. Esto reduce el riesgo de lesiones, evita dolores crónicos derivados de malas posturas y mejora el rendimiento físico, ya que el peso se distribuye de forma equilibrada. Así, los músculos no se sobrecargan, no se generan compensaciones por desalineaciones y las articulaciones no sufren presiones innecesarias ni limitaciones en su rango de movimiento.

Se trata de uno de los pilares básicos en pilates y debe tenerse muy en cuenta al practicar el método. Antes de iniciar cualquier movimiento, es importante observar la posición del cuerpo y tomar conciencia de si está alineado. Durante la ejecución, también conviene prestar atención a las zonas que permanecen estáticas, asegurando que mantengan la alineación.

Si nos situamos de pie observaremos nuestra cabeza proyectando bien la coronilla hacia el techo, mirada al frente, hombros separados de las orejas, paralelos al suelo y evitando que caigan hacia delante de forma que las escápulas estén conectadas, es decir, llevándolas al centro y hacia abajo.

La columna presenta pequeñas curvaturas naturales: la lordosis, que se proyecta hacia delante en las zonas cervical y lumbar, y la cifosis, que se curva hacia atrás en la zona dorsal y el coxis. Es muy importante mantener la alineación de la columna respetando estas curvas naturales, ya que esto ayuda a evitar el aplastamiento de los discos y favorece una correcta distribución del peso.


Una vez asegurada la alineación de la columna, es fundamental prestar atención a la pelvis, siempre en posición neutra, evitaremos llevar pubis adelante en retroversión ni isquiones atrás en anteversión.


                                        ANTEVERSIÓN                                 RETROVERSIÓN                                 PELVIS NEUTRA


Y finalmente piernas y pies a la anchura de las caderas, con las rodillas ligeramente flexionadas y muy importante el apoyo de los pies al suelo, se trata de nuestra base de apoyo, si no están bien alineados habrá compensaciones en rodillas o cadera.

Aquí tendremos en cuenta los tres puntos de apoyo, que forman un triángulo, el talón, el metatarso del dedo grande y el metatarso del dedo pequeño. A través de este triángulo que se forma en los pies deberemos repartir todo el apoyo y así mantener un buen anclaje al suelo. Además, estos pueden estar mirando hacia delante o ligeramente en rotación externa, siempre respetando la alineación de rodillas y caderas para evitar tensiones o compensaciones.

Cabe decir que en pilates clásico la colocación de las piernas y pies es algo diferente, se colocan juntas presionándose una pierna con la otra y los pies en posición de V, con los talones juntos y la punta de estos mirando hacia fuera.

Poco a poco y con la práctica serás más consciente de tu postura y de si estás alineado o no, y esto no solo lo aplicarás cuando estés en el mat practicando pilates, sino también en la vida diaria. Obsérvate sentado frente al ordenador, ¿tu columna está alineada?, ¿cómo se colocan tu cabeza y tu cuello? O esperando de pie en la cola del supermercado, ¿cómo apoyas los pies y distribuyes el peso en tu cuerpo?

Ser consciente de tu postura te ayuda a corregir esos desajustes que con el tiempo provocan dolores y malestar físico. Y el pilates nos puede ayudar a llevar una vida mejor y con menos dolores. Y no lo olvides:

Siente tu cuerpo, calma tu mente, presente en el aquí y ahora.

Gracias por estar aquí, hasta pronto pilater@s. 

Comentarios

Entradas populares de este blog